Baviera
Tras un ligero forcejeo, aquello de ¡usted a mí no me toque!, les hago entender que soy u s u a r i o, que mola mogollón, que tengo cita a las 10:00 con la doctora noséqué y que quiero revisarme los ojos.
Aclarado todo, me hacen pasar a la sala de los aparatos, noto todavía cierto resquemorcillo, pero bueno, estoy seguro de que lo iré limando.
-Por favor apoye la frente en éste aparato
-En éste?
-Sí
-Venga
-No parpadee le voy a sacar unas fotos
-……
-Le he dicho que no parpadee!
-Si es que me ha entrao picor!
-Vamos a probar otra vez, pero ahora ni respire!
-……
-Se puede saber qué diablos le pasa ahora???
Ante la bronca, le pongo cara estilo Mi Toch, algo así como, sé-que-soy-un-sirvengüenza-pero-verdad-que-me-perdonas-?, pero ay!, la enfermera que le deben de haber hecho la reforma de su casa todo el eje del Este con algún peruano infiltrao (con todos mis respetos), se me queda mirando en apnea permanente mientras la cara le va pasando por lindos tonos entre el rojo y el lila. Sale muy ufana moviendo la coleta y recibo a otra en su lugar. Tres intentos más y prueba superada.
Ya tengo todas las pruebas tecnológicas, ahora paso a ver a la doctora noséqué, me recibe junto a una colega y un intento de estrechar la mano, ya sabéis, de esas que te la ponen delante fofa, sin fuerza y que ni siquiera tienen movimiento. Qué sensación más desagradable Señor!. En fin, entramos en materia.
-Usted venía a operarse, verdad?
-Mujer yo venía por lo de la revisión gratuita y la curiosidad de…
-Sí bueno, la operación consiste en…
Medía hora de explicaciones mientras yo pensaba que hacía una hora ya que había pasado mi plazo de tiempo de zona azul. ¡Otra multa no que ya tuve una la semana pasada!.
Por fin me dice que pase a la máquina, insisto en que ya he pasado por muchas,
-Sí pero como esta no. Veremos
-Puede leer las letras?
-No
-Y ahora?
-Tampoco
-Así?
-Menos. Doctora, esto es normal???. De repente me he visto con bastón-House en la mano intentando cruzar un paso de cebras.
-Nada tranquilo, ahora le vamos a poner unas gotitas para dilatar las pupilas, Siéntese aquí y eche la cabeza hacia atrás
Doblego obediente y me ponen las gotas. Al instante empiezo a llorar como un descosido frotándome los ojos a puño cerrado.
-Pica eh?, me dice la codoctora.
Si no fuera porque tengo las dos manos ocupadas en restregarme los ojos juro que la estrangulo.
Más máquinas, más gotas, más gasas, muchos más lloros. Y la oscuridad. Para despertar con dos pupilas como platos ansiosas de comerse el mundo por la vista.
Llega el momento de la despedida,
-Entonces cuando le viene bien operarse?
-Que noooo, que me lo tengo que pensaaaar.
-Vale, pues ya le llamamos para que nos diga la fecha.
-….Vale. Está bien. De acuerdo.
Salgo a la calle y de repente me doy cuenta de que, además de haberla limpiado, la han iluminado en exceso. Tengo que ponerme una mano a modo de visera, pero no sé yo que efecto debe estar causando porque todas las mujeres que pasan por mi acera (y digo mujeres por la zona en que estoy) se me quedan mirando con cara de susto mientras se alejan de mi lado.
Entro en Bañón para aprovechar el último día de rebajas con la compra de una funda de edredón que parece que voy haciendo corto en lidias, y aquí ocurre algo extraño: no puedo leer un carajo. Las letras se confunden y enturbian en una danza sincopada y acabo cogiendo la que parece ser la mejor oferta. Yendo a la caja recuerdo que llevo las gafas de sol en la mochila. Bueno, para estar lloviendo en la calle y teniendo en cuenta que estoy dentro de una tienda, los dependientes no se comportan mal del todo, sólo se arremolinan los tres en una esquina del mostrador como esperando que saque en cualquier momento la pipa. Se han quedao con las ganas.
Salgo chulo y resguardado con mis gafas de sol, capucha, funda de edredón nueva y los ojos como si hubiera tomado ácido (me viene la imagen juvenil, qué tiempos aquellos!). Y no, no hay multa dos horas más tarde de lo que correspondía.
En días como hoy sé que el Señor existe.
P.D.: Al llegar a casa y desenfundar la funda enfundada, era dos tallas más pequeña. Señor!.