De madrugada

Pasa luz, por la puerta entreabierta,
pasa por su cara recostada en la almohada,
no la despiertes con tu brillo,
déjame mirarla un poco más
antes de que su voz te salude.

Pondré mi mano ante ti
para formar un eclipse
de sombra fresca en sus ojos
antes de que los abra para mirarte.

Vamos, tú y yo, a guardar su sueño
para que el dibujo perfilado
siga siendo perfecto

Y darle un beso de buenos días
con los labios del alma

Antes de que su cuerpo me abrace.

Erik Truffaz- Le Soleil d´´Eline

Capitán sin gorra

Este fin de semana ha sido de taller, el de formación de terapeuta. El viernes tuve que conducir al grupo, llevarlos por una propuesta donde conjugar la gestalt con el cuerpo, recorriendo huesos, músculos y órganos para encontrarnos en ellos, para darnos cuenta de cual es nuestra relación con esa maravilla que nos lleva todos los días donde quiera que vayamos y cómo lo hacemos.

En el resultado hubo de todo, según el facilitador, desde un ¡quita de ahí! hasta un excelente. De lo surgido, me quedo con la devolución de los compañeros: pulmones que respiraban, rodillas habladoras, hígados que pedían cuidados, corazones controladores…, el encuentro con las partes para llegar al todo.

Ahora, capitán sin gorra, atisbo nuevos horizontes con la experiencia para corregir rumbos, con la entereza para surcar tormentas ajenas y encontrar puertos para los pasajeros que necesiten echar anclas donde reine la calma.

Desde aquí lanzo un fuerte abrazo lleno de besos a todos los compañeros que han formado olas y mares, que han servido de balsas y remos para aprender a navegar y encontrarme en todos y cada uno de ellos.

Va por ustedes!.

Miles Davis (banda sonora), Israel Kamakawiwo´ole - Over the Rainbow

Regalo

No vistió traje de fiesta
ni collares de perlas
desnuda a la luz de la calle
dejó la vergüenza plegada
junto al silencio
ni las manos movió
ni los labios abrió
para decir: -Ven

Abrió su alma
como el cielo a la tormenta
calló tanto y tan largo
que el tiempo paró de repente
marchó tan lejos de allí
que ni los ángeles pudieron seguirla

Al regresar, cansada,
había traído un regalo
comprado donde las cosas no tienen precio
para dármelo
con un dedo en mis labios

Entro la luna y el mar
antes que el alba
para llevarme tendido
a navegar por su cuerpo.
Agua en calma
con reflejo de amor

Canción de la niña triste

NIÑA DE MAR
QUÉ BUSCAS LEJOS?
VESTIDO AL VIENTO
MANOS ABIERTAS

OJOS OSCUROS
SIN NADA QUE OCULTAR
QUIERES BEBER MAR?
QUIERES NAVEGAR?

ES HORA DE PONERSE
EL SOL
EL MAR
EL MARINERO

DEJA ARENA
EN TUS PIES
CON AGUA TIBIA
ENTRE TUS DEDOS

Y UN POQUITO DE TI
ENTRE AGUA Y TIERRA
EN LA LÍNEA AZUL
EN MI CORAZÓN

Misa

Esta tarde he estado en una iglesia. No, tranquis, no es que me haya convertido o que haya vuelto a mis orígenes de monagillo, he asistido a un concierto, la misa de coronación, de un tal Mozart. En la entrada, ya me he perdido por esos mundos de Dios, orquesta y voces jugando a ver quién puede más, y no he sabido distinguir quien ha podido. En un momento, he cerrado los ojos sintiendo las voces por encima de las cuerdas, y ya no sé más. A partir de ahí se ha cerrado el mundo y he dejado volar a lo poquito que quedaba de mí.

Los aplausos me han devuelto a la dureza del banco, al abrir los ojos, sólo había un rostro por encima del negro vestido. El resto ha sido pisar tierra, esa que nos aguanta todos los días esperando que volvamos a ella.