Las Chicas Cocodrilo

Una amiga dijo:
Desde hace unos meses no hay día que me libre de comentarios desagradables recibidos por compañeras de trabajo, conocidos de toda la vida y algunos familiares: “que si me transparento,que si no se me va a ver,que si estoy esquelética”…Sufro la misma situación de quien en el lado opuesto se enfrenta cada día a su armario o los anuncios “danone”.Vale que he perdido tres o cuatro kilos de mi peso habitual, vale que uso dos tallas menos de sujetador, ¿el motivo?La maternidad.¿A caso existe una causa más hermosa?. Mi pregunta es: ¿de qué se extrañan? Palmo arriba, palmo abajo, siempre he sido así. Llegado este momento, Siento “hartura” del Ataque de las Chicas Cocodrilo.
¡Soy como soy!, así que, he decidido aliarme al Abrazo de quienes bien me quieren, Y me recuerdan¡que todavía estoy buena!.He decidido además, Poner en práctica nuevos conocimientos adquiridos:
“A palabras emitidas por laringes inconscientes,
trompas de Eustaquio en estado letárgico”
¡Y vivir con orgullo mi delgadez!

Y lo quería quitar!!!. No le dejo. Es mi Aire que me despeja cada mañana de vientos nublados.

De Farra

Esta noche he re-descubierto la amistad. Compañeros de currro, de horas y horas compartiendo mucho: vida, obra y proyectos. Y ver la la gente tan fresca tan…cómo diría?, ella misma. Cada cual en su papel. Ligera, sencilla , liviana. Yo no digo nada, pero me apetece repetir, y eso es mucho. Ettore anfitrión, armado de palas y carbón, Roxanna exuberante, bien escotada, Vanesa dicharachera, Eva nodriza, Rafa que sabe, a pesar del cansancio, Amadita tita, tita pom, tan…ella misma y cañera. La amistad es un bien que, aunque cultivado, el fruto da sorpresas. Me siento privilegiado por tener este puñado de coleguis, son como una paleta de colores para poder pintar un cuadro, un paisaje con figuras. A pesar de que, casi llegando a casa, los guripas, me han parao para pedirme la documentación. Y la Luna estaba creciendo a cantos del loro con viento fresco.
La vida nos da cambios constantes.

Perfil Waits

Nos envalentonamos con unas copas,

tiramos piedras al aire
con intención,

caminamos en busca de roces,

mirar a los ojos para morir despacio
desangrando a lágrimas frías
porque el calor quedó apagado
durante años de viento norte.

Las palabras buscan labios
para entrar al corazón.

Mi Objetivo

Leía esta tarde: “La meta es la individuación, pero incluso eso, señala Jung, es importante sólo como idea; lo esencial es el opus –el trabajo en uno mismo- el cual lleva a la meta; ese es el objetivo de toda una vida”.

Ya sé lo importante, ahora me resta encontrar lo banal.
Me encanta.

Limpiando la Cocina

NO MOLESTEN, PARAO CURRANDO

El Voluntario

Me he hecho voluntario de PROYECTO HOMBRE, no sé si fue para que se me pegase algo de tan magnífico proyecto. El caso es que, en mi primer día, salí huyendo.
En realidad el primer día me dejaron colgao, no estaba el coordinador y el resto no sabía que hacer conmigo. Al día siguiente, puesto informal y decidido, llegué tarde presagiando la tardanza ajena, estaba el coordineitor, charla de media hora explicándome los entresijos recibidos con cabotaes por mi parte. No tenía nada que añadir. Entrenado en la teoría, me asignan a un monitor, que tampoco sabe que hacer conmigo, me lleva al taller de alfarería presentándome al respetable como v o l u n t a r i o. Sonrisa social y el instructor de taller decide que soy uno más y que tengo que hacer algún cacharro de barro. Le explico mi función, y el como si ná, que tengo que ilusionarme con un objeto y hacerlo, que poco a poco.
Me salva la campana del almuerzo saliendo de allí como alma que lleva el diablo. Subo al coche, meto cuarta y salgo pitao pa casita, sin moral, con morral, congestión y fantasmas. Comienza el diálogo interno:
Perro de arriba: “pero chico, eres un cobardeeee, y ahora qué vas a haceeer, llegarás a casa y te sentirás como una mierdaaaa!!!”
Perro de abajo: “ pero es que me siento fatal, no sé que decir ni que hacer…”
Perro de arriba: “y tu vas de cambiao?, así no vas a conseguir nada, como siempre, a la mínima dificultad, media vuelta”
Perro de abajo: “no, verás, la semana que viene lo solucionaré, vendré y será distinto”
Total, que no pudiendo soportar más la cháchara, respiro jondo, doy media vuelta al coche y salgo zumbao con toda la agresividad (biopositiva, claro), que he podido acumular, al centro. Llego como si ná y, en ese momento, nos llaman para descargar un camión de víveres. Dos cadenas, yo, encadenao a ambas, pim pam, pim pam…. Ahí es donde me hago cargo, empiezo a conocer a la gente por las conversaciones entre ellos (sssssssssiiií, ya ssssssssssseeeé “entre ellossssss”), pero consigo ambientarme pelín.
Espero poder ser más útil y sentirme mejor en el piso tutelado, en principio iré a cuidarles por las noches y algún finde. Veremos.

Tender

Todos los viernes cenamos hamburguesa., desde hace cuatro años ya. Un completito, con la peli que nos echen, mejor si es de acción: nos sentamos los tres en el viejo sofá con la doble concentración al trajinar un bocao con churritones y el bueno solucionando cualquier situación por difícil que sea.
La comunicación se establece entre pásame el ketchup y cualquier crítica mordaz sobre el diálogo, escena o actor/actriz de turno.
Nos queremos los viernes por las hamburguesas, películas y porque volvemos a estar juntos con la perspectiva de un fin de semana por delante.
Así, tendemos los ingredientes para establecer un contacto donde sentirnos a gusto.

Scalenus

Hace tiempo que vengo observando tres pecas en mi pierna que la imaginación une formando un triángulo. Hoy, por fin, me he decidido a reunirlas resultando un triángulo escaleno.
Aparentemente parece una tontería, y puede que lo sea, lo importante para mí ha sido el darme cuenta de que estaba observando lo que tengo y mi alrededor. Poder ir a por una regla, un rotulador, la cámara de fotos, dibujar, disparar y escribir. Todo esto leyendo bajo el sol de un próximo verano.
Por cierto, hoy he ido a mi primera entrevista de trabajo desde mi nueva situación, algo por dentro se va moviendo.

Era de noche

Un día en que la nieve no calló,
Andaba perdido por la calle
Mirando las luces de las ventanas,
Claro, era de noche
Pensaba en esa gente guardada
En sus vidas de sofá
Cenas, películas y sueños.
Andaba perdido andando, pensando
En los coches que pasaban
En dónde iba la gente
A esas horas
En que yo andaba perdido
En su vida y la mía
En las luces de sus ventanas
En las luces de sus faros
En la calle sin nieve
En mi último paso
En el que estoy dando
En el que…

La tarde

Esta tarde ha venido una amiga, con ganas de pasear. La he llevada a mis montañas, no porque sean mías sino porque yo soy de ellas.
Nos ha acariciado la tarde de sol cálido con brisa, montaña arriba de camino trazado tantas veces solo, conversación y risas ha sido la compañía entre manzanillas redondeadas, tomillo, romeros y rabos de gato. Al encuentro, han venido a saludarnos dos conejos sin susto, una culebra preciosa escalando un ribazo viejo y un pajarillo de vuelo temprano que andaba moviendo el culito mientras sus papis lo vigilaban desde el cielo.
Visita al Pino Mojote, el tercero más grande de la comunidad, ya sabéis donde está. Y a la Casoleta, mi montaña de sueños a quien tanto he regado con lágrimas cercanas y lejanas. Arriba, donde la casica de Pedro (que no es el de Heidi!!!), dos sillas de cuerda estaban preparadas para aposentar nuestras ilustres posaderas ante un paisaje digno de estampar en la retina. Y allí nos hemos quedado en silencio para contemplar la grandeza extendida alrededor. Pensaba en los proyectos de almohada y en la globalidad como seres, un instante para la reflexión.
A mitad de camino, en una casa alta, un botijo colgado de un gancho, nos ha permitido saciar, calmar la sed de la primavera tardía. Regreso con anécdotas, más risas y la cuesta favorecedora hacia abajo. Buscar la senda que soñé ésta semana con una piedra grande en mi niñez y poco más que un guijarro en este tiempo.
La vuelta a els conills, a mi casica vilipendiada. Nos hemos permitido sacar dos sillas ha poniente y gozar de la puesta de sol, por ver si veíamos el rayo verde, el último que nos deja ver el sol. Y lo hemos visto difuminado entre la montaña y las pequeñas nubes que rodeaban al astro. Un om, un momento de gratitud, para mi, por la compañía, y el regreso con toda la experiencia de las pequeñas cosas.
Alguien más quiere venir?.