Regalo

No vistió traje de fiesta
ni collares de perlas
desnuda a la luz de la calle
dejó la vergüenza plegada
junto al silencio
ni las manos movió
ni los labios abrió
para decir: -Ven

Abrió su alma
como el cielo a la tormenta
calló tanto y tan largo
que el tiempo paró de repente
marchó tan lejos de allí
que ni los ángeles pudieron seguirla

Al regresar, cansada,
había traído un regalo
comprado donde las cosas no tienen precio
para dármelo
con un dedo en mis labios

Entro la luna y el mar
antes que el alba
para llevarme tendido
a navegar por su cuerpo.
Agua en calma
con reflejo de amor