viernes, octubre 12, 2007

Vi vencia

Tierras de Jaén


Tengo una amiga perdida por sus rizos que de tanto mesarlos no encuentra las manos. Sujeta la barbilla con un solo dedo, el único que le queda para pedir silencio; piensa que así podrá escuchar más atentamente las notas y acotaciones al margen.
Los ojos le andan mirando hacia arriba, por ver si visualiza hacia adentro lo que siempre anduvo buscando afuera.
Creo yo que lo va a encontrar porque anda por las calles sin paraguas en las noches de lluvia. Como hoy. Acompañada por caracoles en procesión de mutuo acuerdo, ellos callan y ella también.
Mi amiga está subiendo una montaña y sé que un día de estos llegará, al punto de que el sol salga. Primero le mandará unos rayos hacia ella para que encuentre sus manos perdidas en los rizos, después, con la calma de un telón que se alza sin prisa, iluminará todo lo que vive a su alrededor, para que le dé tiempo a reconocerlo y una sonrisa vaya naciendo por esos labios que tanto tienen que decir.

Es mi amiga.
Pincha k te subo