domingo, octubre 26, 2008

Spray




Para mí, la peor sensación es el miedo, hasta ahora a mí mismo, desde hoy puede que sea a la pérdida de las personas que más quiero. Y este se traduce en dolor, del que atenaza por dentro sin que deje entrar ni al aire, mientras el pensamiento se debate en mentiras de consuelo y el santoral se queda sin referentes a quien aclamarse.
Mi hijo pequeño ha estado dos días desaparecido, detenido por mediar en una pelea intentando separar a los agresores, incomunicado al rechazar una única llamada ofrecida al principio pensando que todo se aclararía en un momento.

No sé cómo le marcará esto, si se planteará prestar ayuda en otras ocasiones o lo elevará a la categoría de anécdota en corros con su gente. De momento hoy no es persona tras dos días sin dormir ni comer, y lo que le queda.

Yo, bueno, supongo que un puñado más de canas vendrán a nevar las sienes, pero estoy contento. Muy contento. Tener que haber llamado a todos los hospitales de la ciudad para preguntar si había ingresado un joven de sus características ha sido muy duro, así es que me siento feliz por nosotros y compasivo por quien al final de las tragedias solo les queda el sufrimiento.

Le dedico esta foto “Prueba de spray”

domingo, octubre 19, 2008

Otoño





“Las hojas han comenzado a cantar,
pronto volverás a ver”
Me dice.
Es que estaba soñando contigo,
y al despertar,
es siempre cuando el mundo
se vuelve más oscuro.
Como andar a saltitos
por un camino llano.

viernes, octubre 17, 2008

Ya




Me Digo despacito, para no despertar demasiado, que vienen cosas buenas. Es que se han entretenido por el camino bajo un árbol grande, a decidir quién se dará primero.

Les digo que a mí me da igual, que lo que quiero es que vengan; ya, sí puede ser, pero me miran con ojos furtivos sin hacerme apenas caso.

Yo les pongo canciones y sonrisas como anzuelos en el agua, por ver si pican temprano, que el primer sol con ellas hace la andadura suave.

A veces, cuando salgo a regar el jardín, encuentro sus pasos revueltos en la puerta de casa, como si no hubiesen llegado a un acuerdo en cuanto a las prioridades, otras veces veo llamadas perdidas sin mensaje, y sé a ciencia cierta que han sido ellas en sus eternas elecciones.

Esta noche saldré a ver la luna grande que mengua y si el viento me trae sus discusiones, iré a por ellas, que ya no espero más.

Pincha k te subo