domingo, mayo 18, 2008

DIOS EXISTE




Que no. No es un post místico donde demuestro la existencia divina.
Que andaba yo esta mañana primaveral preguntándome ¿no cogeré la bicicleta (en adelante “el hierro”) pa respirar un poquillo de aire limpio? Pensat i fet.

Y anda que te andarás encamino el hierro hacia Gestalgar, etapa dura para un aficionao de mi calaña. Todo marchaba sobre ruedas: temperatura agradable, nada de tráfico, falta de resuello en las cuestas (lo normal) e imbuido en pensamientos monotemáticos sobre fondo de pinos.

Llego al pueblo, me refresco en la fuente de la entrada, descanso un poquillo y me mentalizo para las subidas que me esperan. Yendo por el Km 13, cambio plato, meto piño y me quedo más parao que un perro de caza avistando pieza. En décimas de segundo el hierro que se quiere ir de costado y yo, entrenado en eso de quitar la zapatilla del pedal automático (entrenamiento realizado en un carreró sense eixida después del último ostión que me metí en lugar públicamente concurrido) me salvo por los pelos de lucir nuevos repelones. Se había roto el distribuidor del cambio metiéndose por los rayos!!. Pa haberme matao.

No pasa nada, me digo, ahora cojo el móvil, llamo a mi coleguita y viene a recogerme.
Dicho móvil pendía de una bolsita naranja cogida a la barra por una cinta de electroterapia adhesiva y es que no tenía donde ponerlo al salir de casa, mi hijo me dio la idea. Más contento él!.

Desenfundo, tecleo, espero…y ná. Insisto (debo de haberme equivocado). Ná. Reinsisto. Rená. Hasta que me doy cuenta de que NO HAY COBERTURA!! “mecagüenenorange”, grito al cielo ya nublao.

-Respira guapo, me digo, -piensa, pienso. Ya está, cojo el hierro y lo llevo hasta lo alto de esa colina que fijo que allí habrá cobertura. Y el hierro que no tira, claro, está el cambio entre los rayos. Lo desrayo, tiro. No va. Lo retiro, que no. Me rayo (pues sí)

Solución: en una mano cojo los cuernos y con la otra levanto la rueda trasera. Y así inicio la ascensión de la p… colina rompiendo el frágil silencio con mi estruendoso clok, clok, clok que hacen las zapatillas automáticas al pisar el duro asfalto mientras los pajarillos, a mí alrededor, huyen despavoridos. Aunque, ahora que pienso, no sé si será por el ruido o por la pinta que llevo enfundao en ceñido maillot marcapaquete con ceñida camiseta amarilla sin mangas, casco y gafas de sol. No sé yo…

Cumbro la j… p… colinita después de varios cambios de manos, cuernos, rueda y alternes pa limpiar el sudor de la frente; desenfundo el móvil de su bolsita naranja, tecleo… Ná. Sigo sin cobertura. Sigo andando, sudando, cambiando, no me quedan permutaciones de agarres-manos, no hay rayitas blancas, no…
Decisión: escondo el hierro tras unos matojos y sigo andando hasta que un satélite amigo me dé una señal (divina?). Pasa un Km, dos, tres, cuatro, cinco. Pasa un coche, le pongo cara de “pobre de mí” con media sonrisa. El colega, montao en un Ibiza tuneao con una cara de gato, pasa por mi lao como si fuese en un R25 dejándome el flequillo mirando hacia su turbulencia.

Decisión: al siguiente le saco el dedo (mejor el pulgar, evitemos el del medio. De momento)

Al rato pasa otro, me arrimo, saco el dedo (el pulgar) mientras veo que piloto y copiltoSeñorade son inmediatamente abducidos por sus respectivos asientos y empequeñecidos a la vez que algo muy interesante debía de estar pasando en la otra orilla de la carretera puesto que fijan allí su vista con grandísimo interés.
Pasa otro rato. Pasa otro coche. Ná. Claro que, pienso, como esta zona está llena de guiris igual andan pelín despistaos y piensan que esto es Asturias y yo un minero que acaba de terminar su jornada y se está dando una vuelta de relajo. Por el casco, digo.

Al rato pasan dos furgonetas de estas que hace 10 años lo menos que debían estar retiradas de la circulación. Estos no quitan la vista, ni se hacen pequeños, al contrario, me siguen con la mirada pensando jodetedominguerodemierda.

Entretanto, logro una débil señal, divina, contacto con mi coleguita, en conversación entrecortada, y es que la divinidad tiene estas cosas. Le pregunto si anda muy liao y él me dice que anda por L´almassera. Glup!, me digo, y le comento largamente todo lo que está ocurriendo para darme cuenta, al rato, que ando hablando solo por estos mundos perdidos de Dios.

Al más rato, pasa otro coche, desenfundo dedo (sigo con el pulgar), para!,
-Dónde vas?
-A Chiva, digo
-Yo a Cheste, dice
–Me puedes llevar aunque sea hasta el cruce?
-Sube. Palabra divina.
Entro, cierro la puerta y comienza a caer tremendo chaparrón acompañado de granizo agresivo sobre nuestro toldo, campos y pinos.

Lo veis? Dios existe, aunque su cobertura sea pelín deficiente.

viernes, mayo 09, 2008

Ya

Cuanto tiempo!!!
Ni siquiera recordaba que era bloguero. Y es que he estado tan ocupadillo! Todos los findes se me han ido en cursos, es que el cuerpo tiene tantas vainas que dominar un poquillo requiere mucha dedicación. Y en eso ando.
Compartiré con vosotros que ya soy empresario (qué bien suena, eh?!), autónomo y con la clínica totalmente legalizada. Quien me iba a decir a mí cuando hace año y medio empecé la andadura, tantos desvelos e inseguridades mezclados con entusiasmo e ilusión. Los asiduos ya sabéis de las trapisondas de Toch (el albañil sambero), las goteras, la espera/desespera por si viene algún cliente y de los fantasmas tan fieles acompañando el día a día.
Es muy de agradecer vuestra compañía en todo este proceso, escribir, ser leído y respondido con ánimo de que las cosas salgan bien. Así lo siento.

Muchos besos a tod@s

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