Manos

Hoy han acabado las obras, lo que estaba previsto para cuatro semanas se ha convertido en diez. Mi Toch me ha dicho, -Cuando me duelan los riñones vendré para que tú me hagas gratis. Y yo le he dicho –Cuando tenga goteras por las chapuzas que me has hecho vendrás a arreglarlas gratis.
Y acabando de decir esto, nos hemos dado un apretón de manos mirándonos a los ojos, de esos que se dan los hombres por no darse un abrazo.

Al rato, he recibido la visita de una persona muy querida, portadora de tres regalitos de celebración, un periódico dedicado, un helecho, por sus propiedades mágicas de protección, riqueza y eterna salud y una cajita de música con la melodía de “La Pantera Rosa”, por aquello del síndrome mío, ¿recordáis a la pantera cuando solo había una nube lloviendo encima de ella que la perseguía por donde quiera que fuese?, pues por eso.

Yo sólo le he dado las manos, por detrás de sus hombros, como hacen los hombres cuando quieren a alguien.