lunes, diciembre 25, 2006

Al niño interior

Debo ser de los pocos que les gusta la Navidad, será porque me retrotrae a un tiempo donde no tenía preocupaciones, o la mayor era, si sería correspondido por la chica que me atraía. En estos días me gusta arrullarme en el sofá, cerquita del mando y la estufa viendo alguna película como “qué bello es vivir” o “mujercitas”, de esas que te hacen soltar un lagrimón fácil. Y me gusta recibir regalos aunque en cualquier artículo de prensa o blog todo el mundo se queja de la vorágine consumista, de lo que nos influyen los medios, de lo absurdo que resulta el “tener que ser felices” porque son estas fechas. Para mi son una excusa para compartir, estar con la gente a quien quieres, incluso la familia, y soy de la opinión de que, aunque sea un fracaso, es de las poquitas cosas que tenemos. Y lo digo tal día como hoy, 25 de Diciembre en que estoy solo. Espero aprender de ello.
Me molesta que la gente se queje echando las culpas a la influencia externa, al montaje de la sociedad, y todos acabemos en el corte inglés comprando cualquier objeto de regalo para “quitarnos de encima” el compromiso, sin apenas ilusión ni originalidad. Personalmente prefiero cuatro palabras sinceras, una poesía o cualquier pequeño objeto cargado de significado para quien lo entrega. En la noche de Reyes no me acuesto sin encender una velita y mirar por la ventana, por si veo tres figuras a contraluz trepando por los tejados.
Que nos quejemos de las grandes comilonas, de los excesos, de los compromisos volviendo a culpar al otro como si nos obligasen a ello, resulta demasiado fácil. Yo disfruto haciendo una comida especial para mis hijos, brindar con ellos a las 12:03 tras cumplir el rito de las doce uvas, y es que los ritos dan significado a las pequeñas cosas, a los cambios, enseñan a conseguir confianza, a sobrevivir.

Supongo que la responsabilidad es hacerse cargo de uno mismo y la madurez cuando ya no necesitas de tus padres porque ya sabemos elegir, como el precio que tuvimos que pagar al ser erectus sapiens, aunque a veces tengo la sensación de que muchos nos quedamos solo en erectus.

Chiquill@s, sed felices con cualquier cosa que os ilusione, sin tener en cuenta el tiempo, sin que nadie os tenga que decir con qué. Es mi deseo para estos días y el nuevo año.

6 Comments:

Blogger ybris said...

Pues, así, entre nosotros y ahora que no nos ve nadie, tengo que reconocer que tienes razón.
Sobre todo si uno se abstrae de los gritos poderosos de los grandes comercios y se queda en esos espacios amables de sofá, zapatillas y cercanos.
Y, sobre todo, se acuerda de otras épocas en que uno vivía -y no era poco.

Un fuerte abrazo.

5:21 a. m.  
Blogger Ettore Hag said...

Para que no te sientas solo en esa percepción tan poco frecuente hoy día, te diré que a mí también me gusta la navidad. Me transmite sensaciones de una cierta "calidez interior", de puertas para adentro. Sensaciones que, seguramente, son el sublimado de vivencias de la infancia ya olvidadas, pero sin embargo presentes en el magma oscuro de la memoria.
Ánimo compañero! Que sigamos haciendo cenas navideñas o de lo que sean!
Uff, cuánto tengo por leer. Qué estrés!
Abrazos navideños

12:47 p. m.  
Blogger Don Quijote y Sancho said...

Hay muchas personas que se sienten solas entre la multitud. No creo que tú te sientas solo a pesar de nuestra querida soledad, en compañía de un inmenso y sabio corazón como él que tienes.
Además me ha dicho el Alfatercio que los Reyes Magos existen, que no hay que hacer caso de la gente escéptica, que el cielo es el límite, y que te van a traer muchos cositas el año que viene.

Sigue siendo feliz.

Un abrazo manchego

1:50 p. m.  
Blogger Chalá perdía said...

Es cierto, estos días puedes sentir algunas sensaciones extrañas: que tus compañeros de trabajo son estupendos después de todo, que las risas con la familia son un bálsamo que cura todo un poco, que te acuerdas de la gente y la gente se acuerda de ti...
Así debería ser todos los días...eso es lo malo.

7:32 a. m.  
Blogger maria josé said...

FELIZ NAVIDAD!!!
Y un beso.

7:19 p. m.  
Blogger Eugenio Criado said...

Feliz Año Ferfo.
desde que escribi mi entrada en mi blog hasta que he leido el tuyo, he tenido bastante tiempo para reflexionar.
te doy la razon en eso de que es muy facil echar las culpas fuera de uno. pero cuesta quedar impasible a ello.
sabes, echo de menos las navidades de cuando era niño, el de reunirnos todo un batallon en casa de mi abuela. ahora, lejos de casa y con tamta agua de por medio... echo de menos estar con ellos. y de una forma u otra descargo parte de mi responsabilidad, fustracion sobre... el tan socorrido pretesto del consumismo.

Mitakuye Oy Asin
Erlik Khan

12:59 a. m.  

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