Agresividad

Imagen robada, con todo cariño, a Mª José (me encanta)


Sólo escribo para que oigáis esta canción a petición de la andaluza Manuela. Palabras blancas sobre fondo negro. Y de paso contaos mi ejercicio de hoy en la gestalt, trataba sobre la agresividad, esa mala amiga que se esconde cuando la necesito. Empezaba así: -“Soy un hombre tranquilo, y me gusta…”. Pero no había figura, hasta que Harm Siemens, maestro de los viejos, por edad y conocimiento, me ha hecho representar a un militar. Ha puesto de pié al grupo, en el intento de sacar de su escondite a mi amiga malhallada, para que gritase a los compañeros a la cara, les diese ordenes, insultase, vejara y ultrajara. Así lo he hecho, y en la experiencia, la he encontrado asustada, tímida y blanca, con la introyección de muchas broncas escuchadas durante tantos años.
Cogidos de la mano, hemos ido paseando por caras conocidas, por trabajos resueltos en rostros entre asustados y divertidos, contentos de verme desfilar por sus flancos fuertes. Algunos se me han plantado, otros se han quedado con las ganas, y todos me han ayudado, frente a ellos, a encontrarme.
Como siempre, la devolución en los comentarios ha sido mágica, aquello de que encuentras lo que no esperas, ni en las mejores fantasías. Resalto el comentario de C., “Me gusta tu parte tranquila, pero me seduce tu lado agresivo”.
Uno, que se pasó al bando de los sensibles creyendo que era lo que molaba, y que, al fin y al cabo, era encontrarme conmigo mismo, me he quedao derrumbao, cuestionándome, ¿entonces, cual debe ser mi actitud?, entiendo que, en la búsqueda de una imagen exterior. Y aún sigo dándole vueltas.
Hans me ha dicho, “acepta tu tranquilidad, es como eres”. Y así, me he sentido tranquilo, con la emoción nueva y la expresión de chiquillo que alcanza su juguete.

Ana Carolina -"Mi historia entre tus dedos"