Para qué
Los fieles ya sabéis de mi proyecto, crear una espacio de fisioterapia (y psico, si da). Los infieles, vosotros sabréis a que perdulari@s leéis. La cuestión es que, en el paro, me han dao puenting hasta el viernes (aquello del curso de diseño), y he decidido emprender la tarea de eliminación de trastos acumulados durante muchos años, necesito hacer hueco para la obra. ¿Dije obra?, sabéis cuanto me piden loa albañiles precio/día?... 600 euros, aparte material, claro. Calculan 20 días lo que hace un total de 12.000 euros siempre que no haya imprevistos.Imaginaros el agobio, la inseguridad, la incertidumbre de saber si es o no lo que debo/puedo/quiero hacer… Y así pasan las noches con sus días dándole vueltas al cabezón con la otra pregunta no menos espeluznante, ¿y si no, qué?.
Menos mal que entre sol y luna a veces me viene el apoyo hippy de ¡vive el momento!, solo el ahora es lo que tengo, y es mucho, qué leches.
Me preguntaba (scucha, Fer…), para qué cuentas esto en el blog?. Se me ocurre que… escribir me sirve para “darme cuenta”, expresar (demasiado poco frecuente), compartir, buscar apoyo… Bueno, es lo que tengo/siento ahora, y mucho más (espero).
escrito por ferfo a las 12:18 a. m.
10 Comments:
Pues si es para crear espacio (de fisioterapia, psicoterapia u omniterapia), adelante.
Ya estás pasando trastos al E-bay ese para ver si amortizas los 12.000 doblones.
Y luego valora el espacio conseguido para contabilizar futuras acumulaciones como pérdidas.
Lo malo es que somos incorregibles (¡Ay! ¡Ese horror al vacío!)
Un abrazo animoso de uno de tus fieles.
Animo, Fer!! Ya verás como todo sale bien. Hay que lanzarse y perseguir lo que uno quiere, es algo que yo ahora también me planteo pero no me atrevo, no doy el primer paso que es lo importante. Tú ya lo has hecho, y eso es admirable. Así que adelante, y ya nos lo contarás!
Un beso, deportista.
Lo que quieras, y que pena que no sepa poner ladrillos...que si no...
Y te iba a pegar un cuento que he encontrado buscando cuentos pa contar, pero me dejo de cuentos y lo cambio por un abracillo apretao que creo que te va mejor hoy.
Pues precisamente para eso niño, para darte cuenta lo has escrito; para admitir tu inseguridad e incertidumbre, quizá incluso miedo.
Escribir es una buena terapia para enfrentarte a las cosas.
Como te entiendo!!
Salga como salga te habrás lanzado, solo con eso ya ganas.
Un beso
Mira que no soy yo dao a contestar, me educaron muy requetebien de pequeñín (Niñoooo, no contestes!!), pero es que con personas como vosotr@s, uno se salta hasta la mala-educación burguesa:
Ybris, incorregible del todo y acumulador de “por si acaso”. Abrazos.
M.J., gracias por tus ánimos, espero que estos primeros pasos no necesiten fisioterapia (por si hay trastazo). Un beso
María de las Manuelas, no dejas de adosar el cuento. Llega el abracillo.
Cobre, quizás no, MIEDO, así, en mayúsculas. Y puestos a hacer terapia, pues igual incluyo la escritura como remedio de males. Un bessaso.
Vale, pero sólo si te lo crees mucho mucho del tooooo.
Es un poco tonto, como son estas cosas, historias de buenos tontos que se creen que pueden conseguir lo que desean y van lo consiguen!!!
Cruce de caminos
Erase una vez, un hombre que vivía muy cerca de un importante cruce de caminos.
Todos los días, a primera hora de la mañana , llegaba hasta allí donde instalaba un puesto rodante en el cual vendía bocadillos, que él mismo horneaba.
Era sordo, por lo tanto no escuchaba la radio, no veía muy bien, entonces ni un solo día leía los diarios.
Pero eso sí, vendía exquisitos bocadillos.
Meses después alquiló un terreno, levantó un gran letrero de colores y personalmente pregonaba su mercadería a todo pulmón: "Compre deliciosos bocadillos calientes", y la gente compraba cada día más. Aumentó la compra de insumos, alquiló un terreno más grande y mejor ubicado y sus ventas se incrementaron día a día.
Su fama aumentaba y su trabajo era tanto que decidió buscar a su hijo, un hombre de negocios de una gran ciudad para que lo ayudara con el negocio.
Al llamado del padre, su hijo respondió " ¡ Pero Papá, no escuchas la radio, ni lees los periódicos, ni ves televisión! ¡Este país está atravesando una gran crisis, la situación es muy mala, no podría ser peor! "
El padre pensó: " Mi hijo trabaja en una gran ciudad, lee los periódicos y escucha la radio, tiene contactos importantes... Debe saber lo que habla..."
Así que revisó sus costos, compro menos pan y disminuyó la compra de cada uno de los ingredientes y dejó de promocionar su producto.
Su fama y sus ventas disminuyeron día a día.
Tiempo después desmontó el letrero y devolvió el terreno.
Aquella mañana llamó a su hijo y le dijo: " Tenías mucha razón, verdaderamente estamos atravesando una gran crisis "
La historia de la humanidad demuestra que sólo triunfan aquellos que creen poder hacerlo. Que no hay crisis o profecía alguna que pueda con un hombre que tiene la determinación de triunfar. Que si enfrentamos la noche pensando en el fracaso, amaneceremos con el temor de fracasar.
El secreto de todo triunfo es creer en uno mismo, respetar nuestra intuición, saber escuchar, estudiar en profundidad cada situación, discernir, actuar con confianza, certeza y seguridad.
Me lo creo!. Y yo, como el hombre, hace mucho tiempo que ni leo periódicos ni veo noticias. Será un buen augurio?
Amigo, qué susto!!, como si no, es una decisión muy importante, de todas formas sería importante tener un plan B por si no resultara, al menos no como debiera, estos proyectos suelen ser de lenta maduración ... pero de que hay que hacerlo, hay que hacerlo!!, digo yo...de todas maneras te envio este cuento que habla de este momento de decisión.
Se cuenta la siguiente historia.
“El rey mandó llamar curanderos y sanadores de todo tipo para que hicieran volar al halcón que le habían regalado y que por alguna razón desconocida, no quería volar.. Después de muchos inten-tos nadie lo logró.
Publicó por fin un edicto entre sus súbditos explicando lo que necesitaba.
A la mañana siguiente, vio al halcón sobrevolando ágilmente sobre los jardines.
Traedme al autor de ese milagro, dijo. En seguida le presentaron a un campesino ¿Tu hiciste volar al halcón? ¿Como lo hiciste? ¿Eres mago, acaso?
El hombrecito solo explico: No fue difícil, Su Alteza: solo corté la rama. El pájaro se dio cuenta, comprendió que tenía alas y se largo a volar.
Cariños!!! y mucha suerte!!!
Hoy me acordaba de ti, Maritavel. Sabes?, la Nana viene a Valencia en dos semanas. Varla será veros a todos, en la Bahía de Anchimalen.
Un beso muy muy fuerte.
Día sí, día no, día sí, día no...
Pares-impares?
un beso
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