Crear

Favorecer la comprensión es una de esas artes de las que carecemos a menudo. Y a menudo proselitamos en las vanguardias de las tendencias que nos llevan a ninguna parte. A parte, el camino se hace con la creación de la no-imitación: despojos, rastrojos y quedos objetos e ideas nos muestran el camino.
Construir un álbum de imágenes inventadas con lo que la pobre imaginación nos da. Chasquidos de guitarras, fotografías tomadas en sol y sombra, diafragmas aberrantes, toda una amalgama de amstels caídas por tierra donde, como buenos barrenderos de cultura, nos afanamos por recoger, recomponiendo pedacitos desechados para formar una nueva imagen. Y surge la belleza, es la paradoja de la imagen formada. La miseria más despreciable se vuelve punto de mira observable bajo un prisma de nuevos contornos.
Es la era que nos toca vivir, sacar lo mejor de lo peor. Ahí estamos, trajinando miras de las políticas caducas, de los convencionalismos desarraigados vigentes por minorías.
La luz se toma desde un blanco puro o un gris neutro. Que sirva de referencia a todos los trenes sin pasajeros que perdemos cada día.
Sin foto.