viernes, abril 07, 2006

La última cena

Ya sabemos, ya, Las fotos de grupo, las cenas de despedida, celebraciones, las sonrisas con postura para salir o no en la foto, sin significado para ojos extraños. Pero es mi cena, mi gente, con quien me siento querido, apoyado en cientos de batallas, de las que he aprendido, disfrutado y otras cosas. Guapísimas ellas, ellos, sembraos, yo, callao ante la grandeza del evento. Sin sentirme protagonista sabiéndome homenajeado, queriendo pasar desapercibido como anfitrión italiano. Anécdotas, cuentos y leyendas con copa, noche ya de recuerdo. Era el servicio, el mío, sanitario, entre curas sin biblia, pastillas multicolores, llamadas a gritos y risas de medio día. No eran todos, faltaban muchos, ¡tantos!, perdidos en mil trances. Historias de geriátrico para contar algún día.
Queda una foto con fondo de humo, tras ella, mucho.
Sed felices.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Querido capo di tavola:

Aquí estamos la Dra. Jorge y un servidor comentando que nos mola tu blog y lo que escribes. Nos ha costado un poco encontrarte, porque no sales en el google. Al parecer, hay otro Ferfo por ahí haciendo ferfadas, un cinéfilo que escribe doctas críticas sobre King Kong y cintas por el estilo. Pero el instinto y tesón de Ettore Hag nunca fallan, y aquí estamos cotilleándote las sensaciones del día después. Con un ligero dolor de estómago que ha afectado a varios de los comensales de anoche y, como acertadamente opina Jorge, no sólo por la despedida.
No dejes de escribir cada día. Te seguiremos con entusiasmo y cierta melancolía como la que refleja tu foto de ayer. Hecha, por cierto, con una compacta, no con tu superdinax.
Ciao mio èroe. Te leggiamo.

5:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una foto preciosa, alegre, divertida, precisamente como el recuerdo que no tenemos de tí, ja, ja, ja; divertido no es un adjetivo que te pueda atribuir hasta la última etapa.
Agotada, poco ocurrente, escasa en las relaciones, pero ahí estaba, con mi granito de arena dándote mi cariñito antes de volver a verte convertido en el Nuevo Nandito.
Miro la foto y surgen evocacones de tantas cosas vividas, enlaces con otros tiempos, el más significativo, el más entrañable de todos los que recuerdo, el irrepetible: aquella noche mágica en la playa años ha, donde much@s de los que no aparecen en la foto, jugábamos como niños rememorando espontáneamente nuestra infancia. Sin tapujos, sobre la arena fresca de la noche. Bolsillos rotos en el churro va (que como lo esté leyendo Hettore se va a imaginar otra cosa..., ja, ja, ja), destape de pensamientos, algún beso fugaz perdido o tal vez encontrado, todos tras el pañuelo, cenita dominguera,risas, risas, risas, confesiones, unión, derroche de energía y esplendor... para mí la mejor, la más entrañable, la que permanece sobre todas, la irrepetible,la que no quería que terminase,la que más me duele...
Reme, Sara... otros que siguen estando pero no respiramos del mismo modo.
Bueno...Soplan otros vientos, son otros tiempos, este velero tiene que seguir viajando, prohibido quedarse varado en el recuerdo de lo que fue y no volverá.
A mi la cena no me sentó mal ¡como a otros, ¿no sería la Grappa?, si bien un poco decepcionada porque llevaba mucho tiempo queriendo ir a un buen italiano a comerme unos exquisitos canelonni o una estupenda lassagna y me encuentro o canelonni al pesto (que a ver luego con quien hablas),(o una lasaña (lo que pedí) nada excepcional y además tampoco de mi gusto. (hablamos de nuevo de comida, ja, ja, ja. Tendré que seguir buscando mi vena italiana en otros sitios menos recomendados pero más auténticos. Claro, que al igual no con tan buena compañía como muestra la foto.
¡Menudo rollo!
¡No te atragantes!

6:38 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Pincha k te subo