sábado, abril 08, 2006

Del apoyo


Andaba pensando, mientras quitaba el polvo a la casa compensando así el acumulado en el cerebro, sobre la maduración como individuos, el crecimiento como seres humanos, la autoestima y todas las variedades en cuanto a cualidades positivas.
El dilema que se me plantea es, si mi capacidad es suficiente para lograr el arraigo cualitativo, y en todo caso, con la ayuda de los demás, cómo se enraíza lo aprendido, lo sentido, para que tenga suficiente fuerza por sí mismo.
En estos menesteres andaba (y es que hay mucho polvo dentro y fuera) cuando me doy cuenta de que, a mi lado, hay una planta cayendo en cascada. Al observarla de cerca, ví que sus raíces se estaban convirtiendo en aéreas puesto que salían de la tierra sin poder enraizarse con fuerza.
Entonces lo comprendí todo. Desde fuera, en éste caso ayudando a la planta, se pueden dar las circunstancias, cosas o apoyos necesarios para que uno mismo sea capaz, a partir de la intervención, de seguir creciendo independientemente.
Cogí tres palitos uniéndolos en trípode de forma que, el tronco de geranio, pudiera apoyarse sobre ellos, y cubriendo con tierra las raíces al aire. Con esto consigo cambiar la estructura viciada, deformada, facilitando que la planta sea la que se sustente a partir de la ayuda recibida y, en su proceso, pueda seguir creciendo por sí misma.
Ahora mira al sol sin acachar la cabeza.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Igual que hay plantas que crecen buscando la luz, otras prefieren arrastrarse para mostrar mejor sus flores, sobre todo las de balcón y esta es de esas.
Simbólica y muy cierta esa similitud que haces entre las plantas y las personas. Así se puede entender la poda, algo que parece cruel al final tiene su sentido, las manos del jardinero dan forma y fuerza a las ramas importantes, eliminando las inútiles, las enfermas o las que vician la armonía de las formas. Así somos nosotros si nos rodeamos de buenos jardineros.
Siento decirle -al chico que cuida muy bien el jardín-, que esa planta no necesitaba apoyo en sus ramas, es otra cosa, el tiesto se le ha quedado pequeño y las raíces ya no tenían consistencia; cuando vuelvas de tu viaje, ponle una maceta nueva, elimina la vieja tierra sin sustancia y deja que sus raíces se hagan profundas en un sitio nuevo. Firmes y bien apoyadas en la base, las ramas se harán fuertes ya sea mirando a la tierra o mirando al sol, el geranio decidirá por si mismo.

10:03 a. m.  

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