martes, abril 18, 2006

Anchimalén, amiga del sol

Bahía de Manao. En la casita azul conviví

Contar cómo es la Bahía de Manao en Chiloé es como describir colores mezclados y el silencio.
El sol salía fuerte del agua, marea baja en la playa con sus barcas varadas y ladeadas en la tierra mojada. Franjas de algas de las de herboristería cara, el prado verde para sustentar las casitas de madera blanca, amarilla, roja y azul, la mía. Compartida con tres chilenos, José, Guillermo y José Miguel, amables, dispuestos, de comentario fácil.
Y la Nana, cuatro días con ella, con su avanzada edad y grandísima energía, pelo blanco largo, suéter rojo chillón con labios pintados a juego. Su verborrea imparable llena de experiencias vividas y sabiduría a compartir con los 18 alumnados.
Nos va conociendo a todos tras la primera propuesta del día. Presentación, confrontación y juego de roles hasta mañana, que será otro día.
La comida en Anchimalén es a base de mermeladas de membrillo y fresa hechas en casa, mariscos del lugar: almejas, erizos, centollos...,yogures locales , ensaladas gigantes, pizzas caseras, frutas de temporada y cordero asado, todo ello acompañado con pan integral y regado con vinos chilenos alrededor de dos mesas redondas gigantes donde el buen yantar no impedía el mejor conversar sobre la vida de cada cual. Se habló de política, de Allende, y el otro, de los años de la represión, historias vividas y contadas, pero parecía que el presente era lo importante y cómo encararlo. No olvidar, sin rencor, para que no vuelva a pasar y poder construir un futuro en paz.

Las jornadas comienzan con un hora de meditación activa en cinco fases: respiración nasal, grito y expresión, salto y mantra, quietud, y danza. Esto nos permite entrar en un estado de predisposición, recogimiento y apertura para lo que vamos a vivenciar a continuación.
Ya estaba allí la Nana, sobre sus cinco cojines grandes haciendo ganchillo rosa y dándonos la bienvenida. Prefacio con alguna historia que le ha surgido Dios sabe de dónde . Vuelta al ruedo con la mirada, para elegir persona o enfermedad. Mejor enfermedad, así vamos viendo cómo funciona la mente a través de los órganos.
Las lecciones son su método de trabajo basado en la experiencia. Nuestro carácter crea una forma de funcionar sin permitirnos aceptar lo que somos, lo que tenemos, y esa característica nacida la expresamos a través de una parte del cuerpo enfermándolo.
El trabajo consiste en entablar un diálogo entre la persona y la parte enfermada, aunque no siempre es a través del cuerpo, también se trabajan depresiones, polaridades, estados confusionales, etc. Sin que por ello varíe la metodología.
Desfilamos historias increíbles: parejas rotas de las formas más variopintas, asuntos inconclusos con la madre, cáncer, cabeza, úteros, suicidios....en fin, lo más increíble es como se va conformando la historia hasta que uno enferma. Omnipotencia ilimitada.
Son muchas las emociones surgidas, muchas las lágrimas vertidas y más el amor surgido ente todos.
La segunda noche vimos la película “What the bleep. Do we Know!?”. Muy recomendable. Comentada mientras tomábamos, si po.
Pero en la tercera velada se creó una fiesta improvisada. Colecta, furgoneta y al pueblo por ron y coca-cola de tres litros. Guitarra con cigarros y cigarrones, peticiones ¡una cumbia!, con voluntarios y transistor de acompañamiento. Emisora local con música de baile hasta la madrugá. Y nosotros ha cumplir bailando bachatas, cumbias, salsa y el innombrable regatón. Genial!. Qué voy a decir?.
Al día siguiente, había que ver los ojos de todos, pero allí estábamos dispuestos a danzar con los ojos abiertos, a entregarlo todo porque guardarlo es demasiado peso que llevar.
Comida de campaña con la Nana, todos sabemos que es el final de estar juntos y el principio de conocernos. Parece que, si nos damos prisa en recoger, todo quedará con la belleza de lo vivido. Mejor no despedirse por evitar lágrimas. O sí, por conseguir dos besos. A la española.

3 Comments:

Blogger Ettore Hag said...

Hola querido Ferfo, aquí estamos las chicas medicina y un servidor, tus fans más entusiastas. Bien, ya vemos que has catado las almejitas frescas y bien regadas... Pero, el curso yattá???
Musho rong con caca cola, pero y las postales pa cuando, corasón??
Te se recuerda por acá.

4:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que te puedo decir, increible la experiencia vivida en ese maravilloso lugar, una experiencia inolvidable creo yo...

un beso desde Chile, se te recuerda mucho, especialmente en chiloé...

Karina

4:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hoy me enteré de tu blog, no me acostumbró a esta forma de comunicación todavía pero he leído cosas que me gustaron mucho. Habría sido fantástico celebrar tu cumpleaños en la isla de Chiloé con ese grupo de gente linda al lado del fuego mirando ese mar que no tan tranquilo baña a mi país (si escuchas el himno nacional de Chile entenderás la referencia) y tal vez en lugar de torta de cumpleaños una exquisita pizza de la las que comimos en la de casa de la Nana. Un abrazo grandote y Feliz cumplaños nuevamente.

Liz

7:11 p. m.  

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