miércoles, marzo 22, 2006

Nana



Estos días estoy leyendo la obra de Adriana Schnake, admirable su conocimiento, sabiduría y la libertad de expresión que utiliza para compartir sus vivencias. Con su permiso prestado, quiero transcribir aquí un párrafo de su libro "La voz del síntoma" que me ha cautivado poderosamente. Ahí va:

"Entre las sesiones con alucinógenos, mi analista que hablaba de un inconsciente infinito y simétrico, que aceptaba la existencia de un otro modo de vivir en el tiempo y el espacio, me quedé anclada en la tierra, mirando el mar y las estrellas y dialogando de verdad y profundamente con todo aquello con lo que me encontraba. Y me encontré con personas a las que le pasaban cosas.

Ninguna persona era igual a otra y nada de lo que pasaba era idéntico. Y sin embargo pertenecíamos a una misma especie y algo en común teníamos y tal vez eso en común podía terminar uniéndonos.

No cabe ninguna duda de que lo común nos une y posiblemente la relación de lo común con lo individual nos identifica."

Qué os parece?

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Interesante, leeré; esperanzador también pensar que por ser seres humanos pueda unirnos lo común que ya es algo más que la nada o los castillos en el aire que son menos que la nada. Vayamos por partes, primero e importante: lo común.

11:18 p. m.  

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